¡Algún día lo lograré! -- Parte I

“[…]

¡Algún día lo lograré, Christine!... Te lo prometí y lo cumpliré.

Te quiere y te echa de menos,

V. G. H.”

Esto era lo que me repetía mientras miraba el último rayo de sol por la ventana de mi habitación: "Algún día lo lograré...".

Mientras intentaba quitarme aquel estúpido pintalabios, las lágrimas caían sin tregua llenas de máscara de pestañas por mis mejillas, dejando así un feo surco en mi cara que no hacía más que enfurecerme todavía más.

Había puesto mis ilusiones en aquella tarde-noche y me las habían devuelto hechas trizas... y no dejaba de preguntarme que había hecho para ganarme todo aquello... y la respuesta siempre era: "Nada".

Miré aquel vestido estampado con flores reflejado en el espejo que había sido comprado para la ocasión y no me reconocí... Desde luego esa no era la chica de aquella mañana... Aunque la diferencia más notable era el dolor que reflejaba su cara a medio desmaquillar. La chica de esa mañana, aunque incómoda por la adquisición de aquella ropa no habitual en su armario, tenía una leve sonrisa tímida asomando en su cara.

Me quité una a una todas las horquillas del pelo y me decidí, todavía entre sollozos, a quitarme ese vestido que tanto había dudado en ponerme. Tal vez si lo hubiese sabido no hubiese aceptado el plan y me habría ahorrado el mal trago...

Tenía ganas de gritar, chillar, soltarle a alguien toda mi rabia en la cara... Pero estaba sola en casa y lo único que podía hacer era intentar meterme en cama y dormir... aunque tan solo fueran las 8 de la tarde.

***********

-Esta noche voy a salir, -me dijo mi madre al verme entrar en la cocina- ¿tú vas a salir también o llamo a Verónica para que se quede con tus hermanos?

-Creo que al final salgo... aunque creo que poco rato.- le contesté pensando que tal vez Verónica no estaría de humor para cuidar a los "enanos" después del espectáculo del baile de fin de curso- Pero, si ella no puede venir, me lo dices y me quedo.

-Bueno... entonces se lo digo cuando baje a casa de Eva.

Creo que fue entonces cuando empecé a desvariar pensando en el viernes por la tarde... Y es que, aunque a todos los que estábamos allí nos faltaba bastante información, lo que sí estaba claro es que Esteban se había pasado bastante con Verónica. Para hacerla reaccionar así, a la chica tímida y siempre distante, a la denominada "bicho raro" del curso, la que nunca decía nada de nada ni de nadie, tenía que haberle hecho algo más de lo que se veía a primera vista... que sin embargo ya habría bastado para remover a cualquiera…

Tantos años de vivir uno encima del otro y resulta que ahora me daba cuenta que realmente no sabía nada de ella. Sabía que su madre y la mía eran "uña y carne", que su padre vivía en Londres desde hace muchos años, y que estudió en un internado de allí hasta los 14 años... Había oído alguna vez a su madre y a la mía contar alguna de las razones por las que había vuelto para estudiar aquí, aunque nunca me interesaron demasiado. Y aunque llevaba 2 años en la misma clase que yo y había pasado gran parte de los veranos aquí, hasta hace un par de semanas no habíamos cruzado más de 2 frases seguidas...

Fue precisamente hace esas 2 semanas. También había sido la última vez que hizo de canguro de los mellizos cuando, al venirme de mi salida frustrada con los amigos, la ví en mi salón sentada mientras no llegaba mi madre. Generalmente volvía un par de horas más tarde pero ese día todo me salió peor de lo que pensaba y me rendí antes de tiempo.

No estaba viendo la tele, sino jugando con un videojuego... Mis hermanos hacía rato que estaban dormidos y ella pasaba el tiempo hasta que llegara el relevo jugando. No era mi consola porque yo no tenía el último modelo... así que tuve que suponer que la había traído ella... Y además estaba jugando a un juego de lucha al que no era muy habitual que jugasen la chicas (o al menos las que yo conocía).

Cuando crucé la puerta del salón y la vi, ella paró el juego y se volvió. Vi en su cara que a quien esperaba ver era a mi madre y que estaba tan sorprendida por verme como yo de encontrármela jugando.

-¡Hola! -dije en voz baja- Aún no llegó mi madre ¿no?

-No, y hasta dentro de una hora más o menos no creo que llegue. Tus hermanos ya están en cama.

-Bueno... eso me pasa por rajarme tan pronto... que llego a casa antes que mi madre - le sonreí.

A ella le pareció gracioso el chiste y me devolvió la sonrisa.

-Y mis hermanos... ¿cómo conseguiste que se durmieran tan pronto sin protestar? - pregunté.

-Siempre protestan... no te creas que es tan sencillo.

-Pero consigues que, sin que mi madre esté en casa, se metan en cama antes de las 11... Algún día me tienes que contar como lo haces porque a mí no me hacen ni caso.

-Sí... Algún día...

Me desprendí del abrigo y volví con las zapatillas puestas y un vaso de zumo de la cocina. Me senté en el otro sofá, bebí algo del zumo y lo dejé sobre la mesita.

-No tengo nada de sueño. Supongo que esperaré por mi madre... - dije mientras ella tecleaba el mando y se "cargaba" a unos cuantos enemigos. - Si se hace tarde, puedes irte. Yo te relevo... que, total, lo más difícil es que se duerman, y eso ya lo conseguiste.

-No importa. Yo tampoco puedo dormir así que no me importa esperarla.

La verdad es que me tenía impresionado su forma de jugar. Además, no tenía ni idea de a qué juego estaba jugando. No me sonaba para nada y los pocos diálogos que tenía estaban en algo que creía que podía ser inglés...

-Ehhmmmhh... - dije con voz de intrigado - ¿te puedo preguntar una cosa?

-Bueno... "¿a qué juego?" - dijo girándose hacia mí sin dejar el mando ni un segundo. - Era eso ¿no?

-Pues... la verdad es... que sí. Está bastante interesante... pero no me suena de nada...

-Es normal - dijo pausando el juego - es una "demo" de un juego inglés que todavía no ha salido a la venta allí. La verdad es que tiene un nombre provisional que en inglés es una chorrada monumental... Esta es una de las cosas que me suele mandar mi padre desde Londres a veces... no sé ni dónde las consigue... Me llegó hace una semana.

-No está nada mal. Pero... ¿seguro que solo llevas una semana jugando?

-En realidad lo probé ayer...

-¡Buahhhh! Entonces es que eres una "crack" de los videojuegos. ¿Cómo puedes jugar así? - dije con cara de asombro.

-Jajajajaja - se rió - Es cuestión de práctica y de aburrimiento... supongo.

-Jajajaja... Sé de más de uno que, si supiera que juegas así a la consola, se "echaría un pique" contigo...

-¿Sí? - Preguntó entre risas y asombro - La verdad es que no lo creo... Les daría miedo perder contra "La Coletas"...

-Pues yo pagaría por ver como "te los cargas". Siempre se ríen de mí porque a mí se me dan muy mal. A ver como les sienta que les gane una "tía"... pero que les dé una paliza... jajajajaja.

-Jajajajaja... ¿tan malos son?

-No son malos... pero por lo que he visto... tú les ganarías.

-¡Ey! No soy tan buena...

-No sé... pero a mí me ganarías con una sola mano.

-¿Tan mal se te dan los videojuegos?

-¡Peor! ... Yo creo que en un par de años mis hermanos me ganarán...

-¡No!... Pero eso es porque tus hermanos juegan demasiado bien... hasta para su edad.

-¡Anda!... Ahora que lo pienso... seguro que tú les andas enseñando truquillos...

-Alguno sí que les enseñé...

-¡Vero!... ¡No les ayudes!... Que luego me dejan en ridículo...

-Jajajaja - se rió - ¿Y no sería mejor que los aprendieras tú?

-Sí, claro... Pero yo no tengo una canguro que me enseñe. Jajajajaja.

Entonces metió el brazo debajo del sofá y buscó dentro de una gran bolsa de plástico. Sacó otro mando y me lo pasó por encima de la mesa.

-No... En serio... soy muy malo jugando. No merece la pena...

-No creo que seas tan malo... Además, no tengo nada mejor que hacer hasta que llegue tu madre...

Estuvimos jugando algo más de hora y media... y concluimos en que sí se me daban bastante mal... y que a ella se le daban bastante mejor que a la media...

La noche había empezado fatal... pero nunca pensé que unas partidas a las tantas de la noche me animaran tanto...

Ahora la que seguramente estaría desanimada sería ella... y yo me sentía como si le debiese algo...

¿Y qué podía hacer yo?... No creo que quisiese ver a mucha gente después de la fiesta.

Estes últimos meses parecía más animada a cómo llegó... Era como si estuviese saliendo de un letargo amargo... Pero no sé si todo esto le haría volver a retraerse...

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